VELAS “AD EXPERIMENTUM”
La llama de la velas evoca a Cristo, la "luz del mundo" (Jn 8,12). Y así están presentes en la liturgia (velas del altar, cirio pascual, la vela del sagrario,...) y también en la piedad popular cuando se encienden acompañadas de una limosna.
En ese momento si nuestra oración tiene fuerza no es por las muchas velas que ponemos o por su tamaño sino por la intercesión de Cristo que presenta nuestra oración al Padre.
La parroquia ha encargado dos nuevos lampadarios y el donativo de 50 céntimos por cada vela es una gran ayuda para la parroquia.