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ANTIGUO TESTAMENTO

Lectura del libro del Génesis     Gn 1, 26-28.31a
 

Dijo Dios:
−«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces
del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra.»
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y
mujer los creó.

 

Y los bendijo Dios y les dijo:
−«Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del
mar; las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra. »
Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Palabra de Dios.

Lectura del libro del Génesis                       Gn 2, 18-24
 

El Señor Dios se dijo:
−«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que
le ayude.»

 

Entonces el Señor Dios modeló de arcilla todas las bestias del campo y
todos los pájaros del cielo y se los presentó al hombre, para ver qué nombre les
ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre le pusiera.

 

Así, el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros
del cielo y a las bestias del campo; pero no encontraba  ninguno como él que lo
ayudase.

 

Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre
se durmió. Le sacó una costilla y le cerró el sitio con carne.
Y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo
una mujer, y se la presentó al hombre.

 

El hombre le dijo:
−«¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre.
Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y
serán los dos una sola carne.»
Palabra de Dios.


Lectura del libro del Génesis            Gn 24, 48-51.58-67


En aquellos días, el criado de Abrahán dijo a Labán:


−«Bendigo al Señor, Dios  de mi amo Abrahán, que me ha guiado por el
camino justo, para llevar al hijo de mi amo la hija de su hermano. Por tanto, si
queréis ser leales y sinceros con mi amo, decídmelo, y si no, decídmelo, para actuar
en consecuencia.»

 

Labán y Betuel le contestaron:
−«El asunto viene del Señor, nosotros no podemos responderte bien o mal.
Ahí tienes a Rebeca, tómala y vete, y sea la mujer del hijo de tu amo, como el Señor
ha dicho.»

 

Llamaron a Rebeca y le preguntaron:
−«¿Quieres ir con este hombre?»

 

Ella respondió:
−«Sí.»

 

Entonces despidieron a Rebeca y a su nodriza, al criado de Abrahán y a sus
compañeros. Y bendijeron a Rebeca:

 

−«Tú eres nuestra hermana, crece mil veces; que tu descendencia someta el
poder de sus enemigos.»
Rebeca y sus compañeros se levantaron. montaron en los camellos y
siguieron al hombre; y así se llevó a Rebeca el criado de Abrahán. El criado tomó a

 

Rebeca y emprendió el camino.
 

Isaac se había trasladado del  «Pozo del que vive y ve» al territorio del
Negueb.

 

Una tarde, salió a pasear por el campo y, alzando la vista, vio acercarse unos
camellos.

 

También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, bajó del camello y dijo al
criado:

 

−«¿Quién es aquel hombre que viene en dirección nuestra por el campo?»
Respondió el criado:

 

−«Es mi amo.»
 

El criado le contó a Isaac todo lo que había hecho.
 

Isaac la metió en la tienda de su madre Sara, la tomó por esposa y con su
amor se consoló de la muerte de su madre.

 

Palabra de Dios.

Lectura del libro de Tobit             Tb 7, 9c-10.11c-17
 

En aquellos días, Tobías dijo a Ragüel que lo invitaba a sentarse a comer:
 

−«No comeré aquí hoy y no beberé, si no respondes a mi pregunta y me
prometes que me darás a tu hija Sara.»

 

Como Ragüel dudaba y no daba respuesta a Tobías, el ángel Rafael le dijo:
 

−«No temas dar tu hija a Tobías; él es fiel a Dios y con él se debe casar tu
hija. Por esto ningún otro puede casarse con ella.»

 

Ragüel contestó:
 

−«Ahora me doy cuenta que Dios ha escuchado mi oración y mis lágrimas y
que os ha conducido a los dos hasta mí, a fin de que mi hija se case con un hombre
de su tribu, según la ley de Moisés. Y ahora, Tobías, no vaciles: te la entrego.»
Tomó Ragüel la mano derecha de su hija y la puso en la de Tobías, diciendo:

 

−«El Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob esté con vosotros.
 

Que él os una y que os colme de su bendición.»
 

Y en una hoja se hizo el acta del matrimonio.
 

Después hicieron el banquete de bodas, bendiciendo a Dios.
 

Palabra de Dios.

Lectura del libro de Tobit                         Tb 8, 5-10


La noche de su boda, Tobías dijo a Sara:

 

−«Somos descendientes de un pueblo de santos, y no podemos unirnos
como los paganos que no conocen a Dios.»

 

Se levantaron los dos y, juntos, se pusieron a orar con fervor. Pidieron a
Dios su protección.

 

Tobías dijo:
 

−«Señor, Dios de nuestros padres, que te bendigan el cielo y la tierra, el mar,
las fuentes, los ríos y todas las criaturas que en ellos se encuentran. Tú hiciste a
Adán del barro de la tierra y le diste a Eva como ayuda. Ahora, Señor, tú lo sabes:
si yo me caso con esta hija de Israel, no es para satisfacer mis pasiones, sino
solamente para fundar una familia en la que se bendiga tu nombre por siempre.»

 

Y Sara, a su vez, dijo:
 

−«Ten compasión de nosotros, Señor, ten compasión. Que los dos juntos
vivamos felices hasta nuestra vejez.»

 

Palabra de Dios.

Lectura del Cantar de los Cantares            Ct 2, 8-10.14.16a; 8, 6-7a
 

La voz de mi Amado.
 

Mirad: ya viene, saltando por los montes, brincando por las colinas; mi
 

Amado es una gacela, es como un cervatillo.
 

Mirad: se ha parado detrás de mi tapia; atisba por las ventanas, observa por
las rejas.

 

Mi Amado me habla así:
 

«Levántate, Amada mía, hermosa mía, ven a mí.
 

Paloma mía que anidas
en los huecos de la peña,
en las grietas del barranco,
déjame con tu figura.»

 

Mi amado es para mí y yo para él.
 

Ponme como sello sobre tu corazón, como un sello en tu brazo.
 

Porque el amor es fuerte como la muerte; el celo, obstinado como el
infierno.

 

Sus saetas son saetas de fuego.
 

Las grandes aguas no pueden apagar el amor ni los ríos arrastrarlo
 

Palabra de Dios.

Lectura del libro del Eclesiástico      Si 26, 1-4,16-21
 

Dichoso el marido de una mujer buena: se doblarán los años de su vida.
La mujer hacendosa hace prosperar al marido, él cumplirá sus días en paz.

Mujer buena es buen partido que recibe el que teme al Señor: sea  rico o
pobre, estará contento y tendrá cara alegre en toda sazón.

 

Mujer hermosa deleita al marido; mujer prudente lo robustece; mujer
discreta es don del Señor: no se paga un ánimo instruido; mujer modesta duplica su
encanto: no hay belleza que pague un ánimo casto.

 

El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
 

Palabra de Dios.

Lectura del profeta Jeremías          Jr 31, 31-32a.33-34a
 

Mirad que llegan días −oráculo del Señor− en que haré con la casa de Israel
y la casa de Judá una alianza nueva.

 

No como la alianza que hice con sus padres, cuando  los tomé de la mano
para sacarlos de Egipto.

 

Sino que así será mi alianza que haré con  ellos, después de aquellos días
−oráculo del Señor−: meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo
seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

 

Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo:
reconoce al Señor.

 

Porque todos me conocerán, desde el pequeño al grande.
 

Palabra de Dios.

​Sant Joan Despí

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